El acoso escolar o bullying, sucede cuando una persona o varias, agreden de forma verbal o física a otra persona de forma intencional y continua.
El bullying existe en cualquier nivel socioeconómico, académico, género y en las diferentes etapas del ciclo de vida, es un problema a nivel mundial.
Estudios sugieren que los varones tienden a utilizar la violencia física o amenazas, y las mujeres son más proclives a la exclusión o propagación de rumores.
Tipos de acoso escolar o bullying
- Físico: existen golpes o se utiliza algún instrumento para hacer daño físico a su víctima. Se incluye el daño de objetos personales o esconderlos.
- Verbal: consiste en insultar, hacer amenazas o provocar.
- Social: ocurre cuando provoca aislar a su víctima al difundir rumores, convenciendo a otros para que no le hablen o lo humillan en público.
- Sexual: son todas las acciones relacionadas con los actos sexuales sin el consentimiento de la víctima, también puede incluir la burla de su orientación sexual.
- Cyberbullying: ocurre al enviar mensajes desagradables, difundir rumores, imágenes, vídeos denigrantes y creación de perfiles falsos, en las redes sociales a través de cualquier dispositivo electrónico.
Consecuencias del bullying
Puede ocasionar trastornos mentales o afecciones psicológicas, entre ellos:
Dificultad para establecer relaciones interpersonales, baja autoestima y autoconcepto, disminución de la atención, concentración y rendimiento, somatizaciones.
Trastornos: del estado del ánimo, ansiedad, depresivos, alimentación, sueño, estrés postraumático, incluso tener ideas sobre hacerse daño a sí mismos, suicidarse o hacer daño a quien/es lo lastimaron.
Señales para detectar que una persona sufre acoso:
Muestra cambios de humor bruscos, abandono de actividades lúdicas o deportivas que siempre han sido de su agrado.
No quiere hablar con nadie ya que posiblemente está encubriendo alguna situación traumática, con frecuencia le cuesta conciliar el sueño, tiene pesadillas o duerme en exceso.
Pone exusas continuamente para no asistir a las actividades que realiza de rutina, pierde sus pertenencias o regresa con ellas dañadas, presenta arañazos, moratones o heridas.
¿Qué podemos hacer?
Los principales agentes socializadores: familia, amigos, colegio, Iglesia, son quienes influyen en nuestro comportamiento, creencias, valores, prejuicios, estereotipos.
Esta influencia permite fomentar o frenar la agresión, implementar competencias y habilidades sociales para que cada persona sea capaz de adaptarse y obtener sus logros respetando los derechos propios y de los demás.
Como adultos reforcemos los comportamientos positivos dejando claras las consecuencias si existe una infracción en las reglas.
Enseñemos a pedir ayuda, y fomentemos el preguntar ¿Cómo estás? ¿te preocupa algo? ¿te sientes bien? ¿Cómo van las cosas con tus amigos? Una pregunta puede cambiar vidas, construyamos un ambiente seguro.
Hoy queremos concientizar para prevenir, informar, detectar, y actuar, promoviendo actividades, comportamientos, actitudes y valores que fomenten un ambiente agradable y de crecimiento.
Ante un caso de acoso se recomienda que tanto acosador como victima acudan con un profesional de psicología.