En el marco del Día Mundial de la Obesidad, UNICEF hace un llamado a la implementación de soluciones intersectoriales y políticas públicas.
Estas deben ser efectivas que garanticen el acceso a alimentos saludables y el combate la obesidad infantil como base para el desarrollo sostenible del país.
En un mundo donde la obesidad infantil se ha convertido en una epidemia silenciosa, con cifras que ascienden alarmantemente a nivel global, Guatemala enfrenta un desafío.
Se debe realizar la promoción de estilos de vida saludables y la prevención del sobrepeso en las generaciones más jóvenes.
En el Día Mundial de la Obesidad, UNICEF hace un llamado a la acción colectiva, resaltando la importancia de la nutrición adecuada como un derecho humano fundamental y como piedra angular para el desarrollo sostenible del país.
A nivel mundial, más de 340 millones de niños y adolescentes se ven afectados por el sobrepeso y la obesidad, cifra que ha incrementado exponencial en las últimas cuatro décadas.
Guatemala no es ajena a esta realidad, donde la prevalencia de obesidad infantil se suma a la desnutrición, conformando lo que se conoce como la doble carga de la malnutrición.
Este fenómeno, además de tener implicaciones inmediatas en la salud física de las niñas y niños, también afecta su desarrollo intelectual y, por ende, el progreso y la productividad futura del país.
El sobrepeso y la obesidad en la infancia son el resultado de un complejo entramado de factores.
Entre los que destacan los entornos alimenticios obesogénicos que promueven el consumo de alimentos ultra procesados y de baja calidad nutricional.
Estos entornos, exacerbados por la comercialización agresiva y no regulada de “comida chatarra”, han hecho que opciones poco saludables sean más accesibles y atractivas para las niñas y niños, especialmente aquellos en situaciones de vulnerabilidad.
La lucha contra la obesidad infantil
Ante este panorama, UNICEF hace un llamado urgente a todos los sectores de la sociedad guatemalteca para unirse en la lucha contra la obesidad infantil.
La prevención del sobrepeso infantil debe ser una prioridad nacional de salud pública. Es esencial realizar análisis exhaustivos para comprender las causas específicas.
Además, es crucial incrementar la inversión pública y asignar los recursos necesarios para sistemas de vigilancia, monitoreo y evaluación eficaces.
Mejorar los entornos alimentarios es fundamental para asegurar que todas las familias, especialmente aquellas de escasos recursos, tengan acceso y puedan permitirse alimentos saludables.
Esto requiere de una colaboración intersectorial, donde el gobierno, sociedad civil, academia, sector privado y organizaciones internacionales trabajen conjuntamente para revertir la tendencia del sobrepeso infantil.
De igual forma se hace necesario continuar el fortalecimiento de políticas públicas que protejan y promuevan el bienestar de las niñas y niños.
Garantizando que tengan las oportunidades necesarias para crecer sanos, fuertes y capaces de contribuir al progreso del país.
En ese sentido, la aprobación de la Ley 5504 “Promoción de la Alimentación Saludable” sometida la Congreso de la Republica de Guatemala representa una oportunidad histórica para implementar un marco regulatorio sólido que promueva entornos alimentarios saludables y sostenibles.
Esta legislación incluye medidas cruciales como la promoción de la educación alimentaria nutricional, la regulación de la publicidad de productos no saludables dirigidos a niños y adolescentes, y la implementación de un etiquetado frontal de advertencia nutricional en alimentos preenvasados.
En este Día Mundial de la Obesidad, recordemos que la lucha contra la obesidad infantil es una responsabilidad compartida.
Al adoptar políticas públicas proactivas como la iniciativa de Ley 5504, Guatemala puede liderar el camino hacia un futuro más saludable para sus niños y niñas.